Fairy Oak

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viernes, 8 de junio de 2012

Adiós

Aquí estoy otra vez, hablando de causas perdidas.
Dijiste que me querías desnuda, aquí tienes mis prendas.
Dijiste que querías mi alma, aquí tienes mis pensamientos.
Dijiste que querías mi pasado y mi futuro,
aquí tienes mis deseos y mis recuerdos.
Dijiste que querías mi voluntad, aquí tienes mi testamento.
Me querías en tu cama, querías los cafés de madrugada, querías conmigo la última canción de los bares, 
las flores del parque, los susurros, los gritos...
Lo querías todo pero no me querías a mí.
Todo lo que querías ya lo tienes.
Di adiós a las causas perdidas, porque se van.
Nadie pretende lo que está perdido, al menos no cuando lo encuentra.

2 comentarios:

  1. No se por que pero me resulta familiar; desde las dos caras de la moneda; ¿Cuantas personas habremos sido cegadas y apuñaladas por el mero capricho?
    El capricho; uno de los mas primitivos defectos y la pasión mas intensa del propio ser humano; autor de la virtud y estupidez, motor de los mundos mas idealistas como del caos más nihilista.
    Me gustaría acabar de alguna forma pero no tengo nada mas que decir,
    un beso
    Cuantic Sire

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  2. en realidad esto no va de los caprichos, va del amor... o más bien del desamor y de la decepción después de un supuesto amor.
    Pero los caprichos no son tan malos como los describes, es normal que nos gusten personas pero sin que la cosa vaya a más. Encontrar un equilibrio perfecto es muy difícil sino imposible.
    Se agradece que expreses tu opinión, de todas formas :P

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