Fairy Oak

Fairy Oak

jueves, 23 de agosto de 2012

Escribir.




Y mientras fuera seguía lloviendo, ella continuaba entrelazando versos y palabras a cual más bella, en su opinión, y creando, como tejiendo, una hermosa y compleja red de rimas y figuras escondidas en metáforas complejas y melódicas. Pero a la par, no podía evitar el preguntarse por qué.
Por qué no llegaban a ella ideas para escribir lo que ella deseaba, de verdad.
Una verdadera historia, un cuento de hadas, con hadas o sin ellas.
Un argumento que desarrollar.
Una trama, sus personajes (princesas malas, brujas, solteras, niños cobardes y valientes, mimos gritones, duendes enfadados, cazadores insolentes, piratas chistosos, cualquier cosa; qué más da), sus problemas y soluciones. Una historia cautivadora, sensual, atractiva que enganchase desde el principio hasta el final.
En fin, un cuento, una narración en prosa, sin más.
Pero todas sus ideas, sentimientos, emociones… se transformaban en rimas y en lírica al transformarse en palabras y al fundirse tinta y papel.
No podía… pero no se desesperaba. Ya vendría la inspiración y la paciencia necesaria…
Y mientras fuera llovía, ella escribía.